Y mientras observaba como se consumía mi cigarrillo,
los autos y personas pasar al lado mío,
pensaba en los momentos lindos que vivimos,
en las caricias que nos dimos,
las charlas de madrugada,
e ir tomados de la mano.
Ahora todo esto es un recuerdo,
un retrato que será guardado en un cajón,
un abrazo que nunca se dió un poema escrito de corazón.